martes, 25 de agosto de 2009

Sexo a los 45

Numerosas mujeres, después que sus hijas e hijos son adolescentes o jóvenes, comienzan a tener mayor oportunidad para ellas y descubren que sus experiencias sexuales, ahora, tienen un toque distinto y son muy gratificantes.

Ya quedaron atrás las tensiones y la atención tan directa que requieren los niños pequeños; la época en que, entre el trabajo y la casa, “no hay tiempo ni de mirarse en un espejo” y que al sexo se iba casi de rutina.

De nuevo, cuenta con mayor espacio para sus intereses personales y para el descanso y, por tanto, se puede producir un reencuentro erótico, sin premuras, donde la pareja se dispone a coparticipar, en una transferencia recíproca de goces, emociones y ternuras.

“El hecho de que nuestros dos hijos se hayan ido a la Escuela al Campo, hizo sentirnos a mi esposo y a mí como, si de pronto, estuviésemos en nuestros primeros años de casados, lo que ahora resulta mucho mejor pues cada cual sabe lo que al otro le gusta, por lo que hay verdadera mayor confianza y comunicación.

Nos dio por romper la costumbre y durante ese tiempo, hicimos el amor de todas las formas posibles y en todos los lugares de la casa, menos en el cuarto. La experiencia fue realmente maravillosa.” Mujer de 50 años.(2)