lunes, 10 de octubre de 2011

REVISTA "LUPIN"



La revista Lúpin se publicó por espacio de casi quinientos números (para ser más exactos, 499)  y fue una de las creaciones más interesantes dedicadas a los niños y los no tan niños.

Fue idea de tres creadores de historietas argentinos: José Divito, Guillermo Guerrero y Héctor Sidoli, quienes habían trabajado juntos en la mítica revista "Rico Tipo".
Se barajaron varios nombres al principio, como ser "Aventurietas" (para definir que se trataría de aventuras en historietas) o "Resorte" (por el nombre de uno de los personajes de las historietas).

Finalmente, fue precisamente el nombre de uno de los personajes el que quedaría como nombre oficial de la "revistucha" (como la llamaban sus creadores): Lúpin.



Lúpin era un aviador que corría diversas aventuras y su nombre era una especie de "castellanización" del término inglés "looping", utilizado para definir la figura del "rizo" en acrobacias aéreas.

Junto a él, se presentarían un sinfín de personajes variados. Entre ellos, un piloto de autos llamado apropiadamente Tuerkito:



También aparecía un guapo muy poco valiente, llamado "Purapinta":



O un chico con aspiraciones de científico, que se llamaba "Resorte":



Y también un mafioso que siempre terminaba mal, de nombre "Al Feñique":



También la revista tenía otras características propias, que la diferenciaban notoriamente de las demás publicaciones de historietas: solía traer planos para armar de todo un poco, desde construcciones de modelos a escala hasta aparatos electrónicos.

Algunas de las historietas contenían "mensajitos" casi ocultos dentro de la misma, escritos en lugares insólitos. Generalmente se trataba de admoniciones contra el tabaco o de ironías sobre los personajes y las situaciones que atravesaban. También eran notables los anacronismos que, en forma adrede, se insertaban en algunas de las tiras. Todo ello hacía la lectura aún más interesante.






Lúpin atravesó las décadas con mayor o menor suceso según el momento. Llegado el año 2007 dejó de publicarse tras llegar, como dijimos, al número 499.

Hoy en día es asunto de nostálgicos y coleccionistas. Tiene un blog oficial (por aquí) y grupos de Facebook y Google.
En alguna oportunidad, llegué a ver turistas argentinos en la Librería Pocho, muy contentos por haber encontrado números de esta revista.