miércoles, 10 de diciembre de 2014

MAS TELE = MENOS VIDA

Los efectos perniciosos de llevar un estilo de vida sedentario, ya de sobra conocidos, pasan por la disminución de la fertilidad, el aumento de la obesidad y también por una merma importante en la esperanza de vida. En este sentido, el déficit de actividad física asociado a ver la televisión durante tres o más horas al día acarrea el doble de riesgo de muerte prematura en personas de mediana edad. Un dato más a tener en cuenta de cara a buscar la ansiada longevidad.


El ejercicio moderado durante media hora al día, 5 días a la semana, o el ejercicio intenso durante 20 minutos al día, 3 días a la semana, reducen casi un tercio el riesgo de mortalidad, según investigaciones recientes. Prescindir de estos hábitos y sustituirlos por un ocio reposado, promovido en gran parte por la tecnología emergente, provoca el efecto contrario, con un importante incremento de dicho riesgo. La presente investigación sitúa en 3 horas y media de visionado de televisión la franja a partir de la cual, el riesgo de muerte prematura se duplica, independientemente del resto de hábitos sedentarios que sigamos.