lunes, 16 de noviembre de 2015

Mi propia naturaleza, Angelica Castro M. del Alba


Aprendiendo a escuchar el sonido de mi respiración conecte con el corazón.
Mi corazón conecto con mi Alma.
Mi Alma con el espíritu
Y El espíritu con toda la existencia…

Y ahora escucho el sonido del silencio.
Aprecio cuando el viento me susurra en cada momento.
Llevando solo lo más esencial, sin sujetarme a nada…

Y sin esperar nada, de la ¡Nada!
Para que el camino me sorprenda...

Cuando escucho mis pasos y me percato que me he equivocado, retrocedo sobre ellos, retomando mi sendero.

Siempre estoy alerta, a lo que hay en toda la existencia.
Observo y escucho la alegría, pero también escucho la tristeza…
Escucho los corazones de la gente y sus emociones...

Y es cuando decido compartirme o ausentarme.
Sin sentir culpabilidad, ni remordimientos de conciencia,
de no sujetarme a nada, ¡Ni a nadie! que pueda pesarme...
Para aligerar mi carga y seguir mi camino.

Y vivir en la impermanencia,
Donde solo puedo descansar en el momento que se crea en ¡El instante!

Ese instante de magia, que disfruta de la simplicidad de vida...
Sin cuestionar nada de ella.
Sin poner resistencia a lo que tiene que ser, para SER.

Para armonizar en toda mi esencia
Tanto adentro, como afuera…

Cuando decido conectar conmigo mism@…

Todo lo demás, se conecta al mismo tiempo.
Con todo la existencia de mi propia Conciencia.
Para fundirme en ¡Mi propia naturaleza!

Angelica Castro M. del Alba
Fte: crónicas de la tierra sin mal