lunes, 10 de octubre de 2016

Créditos rápidos estando en ASNEF

Figurar en una lista de morosos como ASNEF o RAI ha dejado de ser un impedimento para algunos prestamistas privados a la hora de conceder préstamos rápidos.

 

En España existen diferentes formas de presionar a un deudor a pagar o para que otras personas estén alerta sobre la solvencia de un tercero. Es ahí donde entran las listas de morosos y ASNEF, la más utilizada e importante de nuestro país.

Y es que formar parte de una lista de morosos es una situación difícil para cualquier persona, pero sobre todo para aquellos que buscan créditos rápidos o financiación externa a través de entidades financieras o bancos.

A través de este artículo voy a explicarte de forma muy clara cómo puedes saber si estás en la lista de morosos de ASNEF. En el caso de que figure tu nombre, cómo eliminarlo. Y la gran duda: ¿puedo acceder a algún tipo de crédito o préstamo figurando en este fichero?

ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros) se nutre principalmente de la información aportada por las empresas que componen esta Asociación (bancos, cajas, entidades financieras y de telecomunicaciones o empresas aseguradoras). Y estar incluido en esta lista es relativamente sencillo, ya que no devolver un simple recibo -de cualquier tipo y cuantía-, es motivo para que te incluyan en el fichero de morosos.

¿Cómo puedo salir de la lista de morosos de ASNEF?

No hay una regla fija. Sin embargo, nos debemos considerar morosos cuando hayamos incumplido el tercer pago consecutivo de las deudas vencidas. La forma más sencilla de saber si tú o tu empresa figuráis en la lista de morosos más importante de España es entrando vía online en el apartado eDerechos de Equifax Ibérica, la empresa encargada de gestionar el fichero, y rellenar el formulario.

Sin embargo, también existe la posibilidad de enviar un SMS al número 27565 con el siguiente texto: EFX (espacio) su número de DNI/NIF (espacio) y número de expediente. O, si lo prefieres, también puedes acudir a tu banco de confianza solicitando que te faciliten dicha información.

En el caso de que la empresa a la que no has pagado te incluya en el fichero sin haberte informado 30 días antes (como máximo), puedes demandar a la empresa en cuestión y solicitar que te eliminen de la lista demostrando que la notificación no se ha efectuado conforme a la normativa.

También existe la posibilidad de que la deuda sea errónea, es decir, que el importe sea incorrecto o se haya sido víctima de una suplantación de identidad. En estos casos deberás aportar documentos y pruebas que así lo acrediten.

Si estoy en ASNEF... ¿puedo conseguir un préstamo?

Es cierto que a las personas que se encuentran en una lista de morosos les resulta muy difícil recibir créditos rápidos debido al riesgo que existe para el prestamista. Pero durante los últimos años se ha incrementado el número de entidades de capital privado que nos permiten conseguir créditos rápidos y minicréditos figurando en ASNEF, con las mismas condiciones y requerimientos que si no tuvieras ningún tipo de deuda. En definitiva, existen entidades privadas que sí conceden préstamos rápidos a personas que, hoy en día, tienen una deuda en vigor, siempre y cuando haya garantías de que el dinero vaya a ser devuelto.

domingo, 9 de octubre de 2016

Trucos para no pagar descubiertos en cuenta



La llegada de un recibo domiciliado a la cuenta bancaria antes de que nos hayamos acordado de poner suficiente dinero en ella puede ser suficiente para que el banco nos cobre más de 40 euros por descubierto.

De todas las comisiones bancarias, quizá la más engorrosa de pagar sea la de descubierto, ya que suele deberse a un descuido por nuestra parte perfectamente evitable y además se trata de una de las comisiones más caras que pocas veces baja de los 40 euros, ya que el banco nos cobra por tres conceptos: reclamación por posiciones deudoras (unos 35 euros), comisión por descubierto (sobre el 4,5%) e interés del descubierto (en torno al 9,5% TAE).

Para no encontrarnos con esta desagradable sorpresa en nuestro extracto bancario, podemos recurrir a varios trucos:

1. Tener la cuenta en un banco que atienda descubiertos


Aunque la mayoría de bancos cargan comisiones por descubierto y establecen un tipo de interés parecido, si analizamos las tarifas de los principales bancos podemos encontrar algunas excepciones favorables para el cliente. Es el caso de la Cuenta Inteligente de EVO y la Cuenta Joven de EVO, que no cobran por reclamación de posiciones deudoras ni por descubierto y, en el caso de la Cuenta Inteligente, solo aplican un tímido interés de demora del 1% nominal anual, sin duda el más bajo de todo el mercado.

Otra excepción es el Servicio Nómina de Unicaja, que permite tener descubiertos de hasta 300 € en la cuenta sin intereses, deuda que será saldada con la nómina del mes siguiente. No obstante, en el tablón de tarifas de la entidad establecen una comisión por descubiertos de un 4,50% sobre el mayor saldo deudor con un mínimo de 15 € y una comisión por reclamación de posiciones deudoras de 35 €.

Otras cuentas que no cobran comisiones por descubiertos son las cuentas de Openbank, de Citibank o de ING Direct y el interés de demora se sitúa en el tipo estándar: 9,57% TIN, 9,48% TIN y 9,57% TIN respectivamente.

2. Tener dos cuentas en la misma entidad


Si tenemos dos cuentas en un mismo banco y una de ellas se queda a cero pero en la otra hay dinero, en la mayoría de los bancos no habrá ningún problema: sencillamente, harán un traspaso de dinero de una cuenta a otra por el importe justo para pagar la factura recibida. Aunque se trata de una práctica habitual, no está de más hablar con nuestro banco para asegurarnos de que efectivamente lo hacen así.

3. Pactar con el banco que nos avise antes de cobrar


Si tenemos buena relación con el banco podemos acordar que no cobren el recibo hasta que haya dinero en la cuenta. Los bancos no tienen por qué cobrar el recibo inmediatamente, pueden detener la orden de cobro un par de días, por lo que tienen tiempo de llamarnos y esperar a que hagamos una transferencia inmediata para poder cobrar la factura sin pasar a números rojos.

4. Conseguir un anticipo de nómina


No solo podemos pedírselo a nuestro jefe, sino también a nuestro banco. Entidades como La Caixa, Bankinter o Banco Popular, entre otras, anticipan unos días la nómina, y cuentas como la Cuenta Expansión Sabadell adelantan al día 25 el cobro de las pensiones, de forma que aunque nuestra empresa aún no nos haya pagado, nosotros ya podamos disponer de la mensualidad.

5. Pedir un mini crédito


Si ya prevemos que acabaremos el mes con un descubierto, una forma no evitar el pago pero sí de pagar menos es contratar un mini crédito.

Un descubierto de 100 euros durante 7 días en un banco como Santander puede costarnos 53,56 euros; sin embargo pedir un mini crédito de 100 euros durante una semana en Pepedinero, QueBueno o ViaSMS solo nos costará 7 euros.

sábado, 24 de septiembre de 2016

LA GRIPE ESPAÑOLA
 1918

Hace casi 100 años, entre 1918 y 1919, se cernió sobre el planeta una de las más importantes pandemias de gripe. Murieron aproximadamente 50 millones de personas en el mundo aunque se desconoce la cifra en virtud del silencio que se pretendió guardar y de la coincidencia con el final de la Gran Guerra. Fue conocida como “La dama blanca” o “Gripe española”. La enfermedad ingresó a nuestro país en 1918 por el puerto de Buenos Aires y avanzó en dos oleadas. Primero se propagó hacia el norte del territorio, entre octubre y noviembre de ese año. Y permaneció latente hasta el invierno de 1919, cuando comenzó a descender desde Salta hacia las provincias del centro y sur. Según el Departamento Nacional de Higiene, la primera oleada provocó 2.237 muertes, mientras que la segunda tuvo un mayor impacto: 12.760 casos fatales, la mayoría de ellos en las provincias del norte y Cuyo.


31 Oct 1918
A sus efectos cúmpleme comunicarle que el P. E. ha resuelto mantener clausuradas las clases de los colegios nacionales escuelas normales y enseñanza especial hasta nueva disposición.
Salúdale atentamente
J. S. Salinas
Ministro de Justicia e Instrucción Pública
Oficial *

Un dato a considerar es que por entonces las actuales provincias de Misiones, Formosa, Chaco, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego eran territorios nacionales, de los que se carece de datos poblacionales y epidemiológicos.

Se la denominó española, porque España fue el único país que reconoció e hizo pública la epidemia, por lo que se la consideró el epicentro de la misma. Lo cierto es que el paciente cero fue registrado en Kansas el 11 de marzo de 1918, aunque su origen fue en Francia. Tampoco es que fuese mucho más grave en la península que en otros países. Como España no participó en la primera gran guerra, no tuvo ningún inconveniente en mencionar la existencia de una epidemia mortal. Los otros países involucrados en la guerra temían desmoralizar a la población si hablaban de las víctimas. En mayo y junio de 1918, los periódicos argentinos comenzaron a dar noticias sobre la extraña enfermedad que estaba haciendo estragos en España.

Según opiniones de médicos de la época, la enfermedad habría llegado a Buenos Aires mediante el puerto, traída por un vapor: el Demerara “que había tocado un importante puesto español de los más azotados por dicha enfermedad y después se había detenido en Río de Janeiro” (Pena, 1918: 2). Así, el primer caso de gripe, atendido en el hospital Muñiz en la ciudad de Buenos Aires fue un tripulante de la mencionada embarcación (Pena, 1918:4).

Comenzó como una versión más severa de la gripe común, aparte de los dolores de garganta, dolores de cabeza y fiebre habituales, en muchos pacientes, pero la enfermedad progresó rápidamente en algo mucho peor, mutó; sólo la quinta parte de los infectados tuvieron síntomas leves, el resto cayó gravemente enfermo y muchos murieron, algunos en cuestión de horas, otros aguantaron algunos días. Sufrían escalofríos y fatiga extrema que a menudo iban acompañadas de líquido en los pulmones, agravado con neumonía bacteriana. Un médico que trató a las personas infectadas describió una escena lúgubre: “Las caras se vuelven de un tono azulado, una tos trae a colación el esputo manchado de sangre por la mañana, los cadáveres se apilan alrededor de la morgue como leña..”


No había cura posible, todo lo que los médicos podían hacer era tratar que los pacientes se mantuvieran en reposo, que era un buen recurso ya que sus pulmones llenos de líquido no los ahogarían tan rápidamente, incluso algunos, muy pocos, sobrevivían. Pero alargar el tiempo de agonía tiene un inconveniente, el “tono azulado” de las caras de las víctimas con el tiempo se volvió marrón o púrpura y sus pies se volvieron negros. Los más afortunados simplemente se ahogaron en sus propios pulmones. Los desafortunados morían de neumonía bacteriana, una infección secundaria para la que no había antibióticos, y de haberlos no serían efectivos. La gripe era esencialmente incurable...

Si algo hay que destacar fue su extremada virulencia, ya que no solo afectó a ancianos y niños, como suelen hacerlo las epidemias de gripe, sino que muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos sanos. Ni siquiera los animales, como perros y gatos, estuvieron a salvo.

Un cronista de la época describe los síntomas de la gripe española: “fiebre de 40 grados, dolor agudo en la cuenca de los ojos, en los oídos y en la zona lumbar”. Los síntomas incluían los típicos de la gripe: fiebre alta, tos, cansancio, dolor corporal y, en algunas ocasiones, diarrea y vómitos. Había también otros menos corrientes como dificultades para respirar (por inflamación y hemorragias en los pulmones), hemorragias nasales violentas, marcas rojas en el blanco de los ojos y manchas de color caoba en la cara.

"Uno de los aspectos que llama la atención con respecto a esta enfermedad fue la denominación que se le dio por parte de las autoridades sanitarias y por los médicos en general: "grippe". Posiblemente esa doble "p" se haya constituido en un elemento diferenciador de la enfermedad que aparecía todos los años, menos devastadora y más recurrente que la «gripe española»..." La palabra gripe procede del francés grippe (del suizo-alemán grüpi, acurrucarse). En Buenos Aires se cantaban por entonces los tangos “El resfriao”, de Ángel Metallo, “Nene no te resfries”, de Esther Seoane, y la “La grippe”, tango contagioso, con música de Alfredo Mazzucchi y letra de Antonio Viergol. 

El 16 de octubre de 1918 el periódico La Nación publicaba noticias sobre la gripe que habría ingresado a la Argentina bajo el encabezado "La grippe no debe alarmar, su presentación benigna". Se trataba de una columna tranquilizadora acerca del impacto que podría llegar a tener la "grippe" en el país. Lo comparaba con las condiciones en que se había desarrollado en Europa: la guerra y las deficiencias alimentarias provocadas por ésta; y con el caso de Brasil, y observaba que en Buenos Aires las condiciones sanitarias y alimentarias eran completamente distintas, por lo tanto aconsejaba no temer a esta enfermedad. Este medio emitió otro mensaje tranquilizador dos días después, el 18 de octubre, al observar que la sociedad de la ciudad de Buenos Aires se burlaba de la enfermedad saliendo a pasear por sus calles y haciendo caso omiso de la posibilidad de un contagio. Las mismas páginas daban cuenta de un fenómeno que es una constante cuando aparece alguna epidemia: la especulación alrededor de ciertos productos con los cuales era posible preservarse de la "grippe", según el conocimiento popular. El periódico denunciaba que las pastillas de alcanfor, los laxantes y las sales de quinina habían aumentado su valor en diez veces. En días posteriores, en el mismo periódico, comenzó a aparecer publicidad de distinto tipo acerca de productos cuya utilización, aseguraban, serviría para evadir o curar la "grippe".

Hacia fines del mes de octubre, el clima de calma que, según el diario mencionado, había predominado hasta el momento, comenzó a descomponerse. El 26 de octubre de 1918 el gobierno dispuso la limpieza del Riachuelo, un río completamente contaminado que pasa por la ciudad de Buenos Aires. Ordenó que se sometiera a examen a aquellos inmigrantes que llegaban en barco desde Europa y que los que presentaran síntomas de la gripe fueran internados en un lazareto dispuesto en la isla Martín García. Incluso se "desinfectaría" a aquellas personas que migraran desde Chile. Las autoridades sanitarias dispusieron también la inspección de talleres con el fin de que los obreros trabajaran en las mejores condiciones higiénicas. Se aconsejaba evitar las reuniones en lugares cerrados, y se dispuso el riego de calles, el cierre de escuelas en todo el país y la clausura de los lugares de diversión como cines, music halls y circos.

Revista Caras y Caretas,
2 de noviembre de 1918
La opinión pública porteña fue la que cambió su ánimo. Según los datos con que se cuenta, de las 422 muertes que sucedieron como consecuencia de la "grippe", 32.7% se dieron en el mes de octubre, es decir, ocurrieron 138 muertes en tan sólo 12 días aproximadamente. A esto se sumaba el número cada vez mayor de enfermos que pedían asistencia. Estos indicadores generaron alarma en la sociedad porteña. El Estado comenzó a tomar medidas mucho más drásticas para prevenir el contagio de la enfermedad. Así, la primera percepción optimista sobre la "grippe" desapareció en tan sólo seis días y el pánico comenzó a apoderarse tanto del Estado como de la sociedad. Confirma esto la revista Caras y Caretas, con su publicación de una serie de caricaturas del ámbito económico social y científico sobre diversos personajes que aprovechaban la gripe con el título "La epidemia de moda o el pánico de la gripe".

Las disposiciones, para ambos brotes epidémicos, ponían el énfasis en tratar de evitar la aglomeración de gente, tanto en lugares cerrados como en lugares abiertos y en tratar de aislar a aquellos que eran detectados como enfermos. El 30 de Octubre de 1918 el presidente Yrigoyen llamaba a una reunión al ministro del interior, al director de la Asistencia Pública, al jefe de policía, al intendente de la ciudad de Buenos Aires y al director del Departamento Nacional de Higiene. Tras ese encuentro se establecieron mandatos destinados, en principio, a cortar la cadena de contagios. Así, el intendente de la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, impartía las siguientes órdenes: prohibía la entrada a los cementerios de la capital toda concurrencia extraordinaria; mandaba a cerrar –después de las 11 pm– los cafés, bares confiterías, hoteles, restaurantes y casas de lenocinio, permitiéndose los espectáculos públicos siempre que se desarrollaban al aire libre y antes de las 11 pm (La Nación, 1918). Se declaraba obligatoria la desinfección de templos de cualquier culto, mientras el Poder Ejecutivo –por decreto– cerraba todos los establecimientos educativos tanto públicos como privados, prohibía la visita a los cementerios que estarían vigilados por la policía (dado que por esas fechas se conmemoraba el día de los muertos, sólo se permitía el ingreso de personas que acompañaran a los fallecidos en esas jornadas).

En nuestro Archivo hemos visto los telegramas emitidos desde el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública a fines de octubre y comienzos de noviembre de 1918, instruyendo sobre la clausura de las actividades en todas las escuelas de su dependencia.


A sus efectos transcribo a Ud. el decreto dictado en esta fecha “Habiéndose clausurado los establecimientos de educación como medida de previsión indicada en defensa de la salud pública con motivo de la epidemia reinante y teniendo en cuenta que han transcurrido ya la mayor parte del período ordinario de clase se resuelve 1º) Dar por terminado el curso escolar en todos los colegios y escuelas de la Nación 2º) A los efectos de la promoción de los alumnos regulares de los institutos dependientes del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública se considerarán, A) como definitivas del cuarto bimestre las clasificaciones obtenidas desde el 21 de septiembre hasta el 31 de octubre B) para los alumnos que por cualquier circunstancia no se les hubiera clasificado en dicho bimestre se les promediarán las clasificaciones de los tres bimestres anteriores con el examen escrito de julio. C) Los alumnos que tuvieran un promedio anual de cuatro puntos como mínimo quedarán eximidos de rendir examen oral dándoseles por aprobado las asignaturas respectivas 3º A los efectos de la promoción de los alumnos de los colegios escuelas y incorporadas se considerará como clasificación definitiva de las pruebas escritas la obtenida en el examen de julio debiendo promediarse para los alumnos a quienes correspondiera dar examen oral, las clasificaciones de cada asignatura asentadas en los registros de los establecimientos respectivos, siempre que ellas, a juicio del rector o del Director del colegio o escuela a que el instituto particular está incorporado merezcan plena fe. Estas clasificaciones promediadas con la del examen de Julio indicará si el alumno debe ser promovido.
Salúdale atentamente
J. S. Salinas
Ministro de Justicia e Instrucción Pública
(Oficial) *

Las medidas tomadas por el Estado tendieron a endurecerse en noviembre del mismo año: se suspendieron las congregaciones y la asistencia a los cementerios en el día de los muertos; se derivaron los enfermos graves de gripe de los hospitales de la ciudad al hospital Muñiz, que comenzó a hacer las veces de lazareto, y se profundizó la cuarentena en la isla Martín García para aquellos que llegaban al país en barcos. Al igual que en muchas otras epidemias que había sufrido la Argentina, nuevamente el Estado y la sociedad habían sido sorprendidos por la enfermedad. La "grippe" se encontraba en suelo argentino y las consecuencias serían de suma importancia una vez que pasara el estío.


Con la implementación de estas disposiciones, comenzaron diversas reacciones en la sociedad. Tal es el caso de un sector proveniente en particular de la ciudad Buenos Aires, que al verse perjudicado por estas instrucciones impulsó una serie de importantes protestas sociales. Según Carbonetti, que analiza las políticas instrumentadas por el Estado en el contexto socio-económico de la época, en el caso de Buenos Aires se puede pensar en cierta virtualidad de la enfermedad, puesto que la sociedad en su conjunto y algunas instituciones no obedecían las reglas mínimas con un importante grado de despreocupación. 

En Córdoba, las manifestaciones sociales (procesiones) podrían haber sido parte de una estrategia de los sectores dominantes de la ciudad que vieron en la religión una alternativa frente al fracaso de la medicina para combatir la enfermedad y detener la epidemia. Estos sectores percibieron, desde una mirada conservadora y ultramontana, que la única opción eran la fe religiosa y los actos de sumisión a la ira de Dios, concibiendo a la dolencia como un azote divino. Esto mismo pudo observarse en la ciudad de Salta, donde el sector proveniente de la Iglesia ganó protagonismo a partir del considerado fracaso de la medicina en cuanto al combate de la enfermedad.

Revista Caras y Caretas, 2 de noviembre de 1918
* El texto de los telegramas ha sido corregido en ortografía y puntuación para mayor claridad.

Fuentes: http://www.unciencia.unc.edu.ar/2016/mayo/la-gripe-causo-15-mil-muertes-en-argentina-hace-un-siglo/la-gripe-causo-15-mil-muertes-en-argentina-hace-un-siglo 
http://mosaicosportenos.blogspot.com.ar/2011/06/acerca-de-la-gripe-y-el-tango.html
Carbonetti, Adrián. (2010) "Política en época de epidemia: La pandemia de gripe en Argentina (1918-1919)". Espaço Plural . Ano XI . Nº 22.
Carbonetti, Adrián. (2010) "Historia de una epidemia olvidada. La pandemia de gripe española en la Argentina, 1918–1919". Revista Desacatos, 32,159-174.
Carbonetti, Adrián. (2012) "Epidemia en el interior de la Argentina. El caso de la gripe Española en la provincia de Salta. 1918-1919".
Carbonetti, Adrián. (2014) "Políticas de salud frente  a la gripe española y respuestas sociales. Una aproximación a los casos de Buenos Aires, Córdoba y Salta a través de la prensa (1918-1919)". Revista Astrolabio, Nueva época, Nº 13.
Documentos del Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri", Escuela Normal de Quilmes.

Antiguas escuelas de Quilmes: la Nº 33

ESCUELA N° 33 
“GENERAL DOMINGO VIEJOBUENO”
Por Chalo Agnelli

Se crea el 6 de setiembre de 1916, año en que el casco urbano de Quilmes fue designado Ciudad, y comienza a dictar clases el 25 de setiembre en la Cañada de Gaete, llamado también Paraje “La Tablada”, en una casa propiedad de Pedro Laborde ubicada en la calle Donato Álvarez y P. Podestá. A 5 kilómetros de la estación Banfield (y a su actual emplazamiento). Era su directora-fundadora Justa Lavilla a cargo de 17 alumnos.

En 1922, aún durante la gestión de la Sra. Lavilla la Escuela tenía 52 alumnos hasta 2° grado. La sucede Basilia E. M. de Sarriés (ingr. 3/924). En 1931, poseía 3 secciones de grado con 33 alumnos a cargo de Teodolina S. Altube (ingr. 17/3/31). La sucede Dominga Subelet (ingr. 8/5/37). [1]

Años más tarde pasó al edificio de la actual Escuela N° 70, en la calle Donato Álvarez y Armesti. Fueron algunas de sus docentes: Martha P. Seguí (ingr. 28/3/38) [2], Luisa Fullhart (ingr. 21/4/43) [3], María Luisa Correa (ingr. 1°/9/45) [4], etc.

En 1958, el Ministerio de Comercio e Industria de la Nación cedió algunas dependencias del I.A.P.I. Contaba con 11 aulas, dirección, secretaría y hall. La Escuela lleva el nombre del Batallón Depósito de Arsenales 601 ‘General Domingo Viejobueno’ que albergó al establecimiento.

Con el correr de los años fue ampliándose el edificio y aumentó la matrícula. En 1963, por iniciativa de los directivos y con ayuda del Regimiento 601, se construyó el gabinete psicopedagógico.

En 1975, estaba a cargo de la Sra. Isaura Lucía Gómez de García Dobarroy contaba con un alumnado de más de 800 niños distribuidos en 29 secciones de grado. Fueron directivos: María Luisa Casansiquela, María Graciela Álvarez, Julia A. Fuentes. 

Corrían los años ochenta y dentro del Regimiento, la Escuela estaba en una situación precaria. En mayo de 1989, la directora Dra. María del Carmen Falbo recibió, después de fatigosas gestiones realizadas en colaboración con la Asociación Cooperadora, el nuevo edificio con 32 secciones. La Dra. Falbo había ingresado como maestra en 1975, hasta que en 1982, asume la dirección hasta su jubilación en 1992; a partir de la cual inicia una provechosa tarea legislativa y judicial en la Pcia de Buenos Aires. Sucede a la Dra. Falbo, la Sra. Mirta Simón [5] hasta 1993.

Desde el 26 de marzo de 1989, comparte las instalaciones el Jardín de Infantes 936.

Alguna de las docentes de mayor permanencia en el establecimiento son Norma Estela Fliceti desde 1975 y la Sra. Silvia Acosta, luego secretaria. Las Escuelas más próximas son las Nº 60; 63; 65 y la 72. 

Actualmente (2004) se levanta en una esquina del descampado que fue el Regimiento Viejobueno; bajo la máxima: “Creer posible algo es hacerlo cierto”. Desde 1993, la condujo la Srta. Cristina Botana y en la vicedirección, Ana Lía Giordano.

En el 2004 contaba de 1280 alumnos distribuidos en 42 secciones a cargo de 140 docentes.

La dirección actual de la escuela es Cabo Raúl Sessa 1101 e/ Camino Gral.Belgrano y Caballero (182) Bernal Oeste. Altura de Camino General Belgrano y Montevideo. 

Investigación Chalo Agnelli
Pte. Agrupación de Historiadores Los Quilmeros
Miembro de la C. A. de la Bibl. Pedro Goyena 
y de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes

Notas:
[1] Dominga Subelet, promoción 1920 de la Escuela Normal de Quilmes.
[2] Martha P. Seguí , promoción 1931 de la Escuela Normal de Quilmes.
[3] Luisa Fullhart, promoción 1933 de la Escuela Normal de Quilmes.
[4] María Luisa Correa, promoción 1920 de la Escuela Normal de Quilmes.
[5] Mirta Simón, promoción 1967 de la Escuela Normal de Quilmes.

Fuentes:
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires Dr. Ricardo Levene.
Agnelli, Chalo. "Maestros y Escuelas de Quilmes". Ed. Jarmat. Quilmes, 2004.
Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri", Escuela Normal de Quilmes.
ARCHIVOS ESCOLARES QUE CONSTRUYEN IDENTIDAD: EL LICEO PÚBLICO, 
HISTORIA Y PATRIMONIO DE LOS CHILENOS (Fragmentos)

Rodrigo Esteban Sandoval Díaz 
María José Vial
Pontificia Universidad Católica de Chile 

Históricamente se ha asignado al liceo público chileno el rol de ser un espacio de aprendizaje y formación ciudadana. Si bien, desde su fundación en 1813 fue el lugar por excelencia de formación para los futuros dirigentes de la nueva república, el aumento de la cobertura y el creciente acceso de otros sectores de la sociedad transformaron el tipo de estudiantes matriculados en sus aulas, aunque no su misión original. Hoy, en pleno desarrollo de la sociedad del conocimiento, el desafío de formar sociedades integradas por personas informadas, participativas y respetuosas sigue siendo asunto prioritario de esta y de cualquier institución escolar. El presente proyecto, basado en el rescate y difusión de los archivos documentales conservados por los liceos públicos del país, nace de la necesidad de generar instancias colaborativas de investigación, participación y construcción de memoria histórica para estudiantes y profesores de educación secundaria. 


El archivo escolar, definido como “la institución cultural donde se reúne, conserva, ordena y difunden los conjuntos orgánicos de documentos para la gestión administrativa, la información, la investigación y la cultura”, no existe en la mayor parte de los establecimientos educacionales públicos del país. Realizar un aporte al desarrollo de la cultura local abordando el estudio sobre la situación de estos archivos es nuestro desafío. Su recuperación implica develar un dossier de fuentes históricas inéditas para la renovación de la historia de la educación, la innovación en la enseñanza de la Historia y, lo más relevante, para el trabajo participativo desde las comunidades escolares en torno a su memoria e identidad. Junto con plantear estrategias para la conservación de los depósitos documentales, se busca entregar herramientas para activar la consolidación de una Red Nacional de Archivos Escolares en Chile. La primera etapa considera únicamente los archivos de los liceos fundados entre 1813 y 1909, pero la iniciativa pretende ampliar su espectro temporal y abordar los fondos de escuelas primarias o básicas. 

La reconstrucción del legado y del significado del liceo público chileno a través de sus fuentes, y en conjunto con estudiantes, profesores e investigadores, implica la revisión de una pieza clave dentro de la historia regional y nacional del país, plena de elementos de referencias culturales y de pertenencia. Si bien la historiografía y el trabajo con el patrimonio material han contribuido al desarrollo de la cultura local, innovar en su estudio mediante la puesta en valor, utilización y difusión de los archivos de los liceos con y para alumnos y docentes contribuye a la reconstrucción de la memoria que define vínculos de identidad, en este caso entre la comunidad y la institución escolar. A través del encuentro activo e inclusivo entre la ciudadanía, su historia y su memoria es posible enriquecer la comprensión histórica entre un público externo a la academia (LEON, 2010). El foco es incidir en la formación ciudadana que implica, precisamente, el conocimiento y la valoración por parte de los jóvenes de las instituciones públicas y privadas, desde las más cercanas, como la escuela, y vinculadas a su vida cotidiana, como un piso esencial para promover el respeto y valoración de las instituciones del Estado, la vida en democracia y la convivencia social. A su vez, incentiva el trabajo de la comunidad escolar en su conjunto en pos del propio patrimonio y promueve la discusión y desarrollo de políticas públicas vinculadas al ámbito de los archivos, el patrimonio y la educación. 

¿Qué es un archivo escolar? ¿Existen otros archivos de este tipo en Chile? ¿Conservan las instituciones educativas sus documentos como un patrimonio que incumbe no solo a la historia y a la cultura local sino a toda la sociedad? ¿Es necesario preservar los documentos generados por los establecimientos educacionales? 

Estas fueron algunas de las preguntas que dieron vida al Programa de Archivos Escolares cuyo objetivo es levantar una red de liceos emblemáticos comprometidos con la conservación y difusión de su patrimonio documental a través del censo, recuperación y organización de sus archivos y colecciones históricas. Una vez creados los espacios y las condiciones para el desarrollo de un trabajo colaborativo dentro de los liceos de la red, se busca forjar procesos de aprendizaje y conocimiento, apropiación y valorización de esta herencia cultural inexplorada con la participación de estudiantes, profesores e investigadores. 

La difusión de las acciones que promueve el programa es fundamental en el proceso de conformación de una ciudadanía escolar informada y participativa. Desde 2015, se ha creado una instancia para la presentación abierta de resultados de los proyectos realizados por los equipos escolares y universitarios ante un público amplio y multidisciplinario. Se trata del Congreso Nacional de Educación y Patrimonio inaugurado en el Liceo Gregorio Cordovéz de la ciudad de La Serena en 2015, y que se llevará a cabo en el Instituto Nacional General José Miguel Carrera en octubre de 2016. Este evento, que se convoca a todos los actores comprometidos con la educación acoge a los proyectos adjuntos al programa que se encuentran en diferentes estados de avance. 

La paulatina creación del Archivo Digital de la Educación es la instancia enfocada a la participación y uso de los fondos por parte de la comunidad global para, entre otras cosas, incentivar el desarrollo de un material adecuado para implementar proyectos en humanidades digitales. Es, además, una forma de “llegar a públicos diversos y alentar la participación popular en la presentación y preservación del pasado” (LEON, 2010). La consolidación de una plataforma digital que albergue los productos y resultados de los trabajos ya elaborados y en desarrollo es una de las prioridades a corto plazo. El programa ha identificado la necesidad de establecer diferentes herramientas digitales para responder a las características de las fuentes y a los diversos públicos que eventualmente están interesados en el acceso a estas. Estas definiciones no han sido parte de un estudio de usuarios sino que se han establecido manera apriori. En ese sentido, y a modo de ejemplo, presentamos cuatro productos de acceso público que dan cuenta de estas definiciones y orientaciones:

1) Directorio de Matrícula del Liceo Abate Molina de Talca.
2) Correspondencia enviada por el Rector del Instituto Nacional General José Miguel Carrera.
3) Colecciones Digitales. (Muestra de los documentos que hemos catastrado en los liceos a través de seis años de trabajo.)
4) Catálogo de la Biblioteca Histórica del Instituto Nacional General José Miguel Carrera. 


El proyecto contempla además el registro audiovisual de todas las acciones desarrolladas en los diversos liceos. El guión general se sustenta en las necesidades comunicativas hacia los actores involucrados como en la difusión de la labor realizada, y forma parte de una estrategia que permite sostener un relato dinámico e integrador. 

En la experiencia han participado, además de la comunidad escolar –directivos, docentes, estudiantes–, historiadores y archiveros. En pos de la recuperación del patrimonio documental e iniciando, mediante la realización de talleres y actividades, procesos de valorización patrimonial dentro de la comunidad, se incentiva la relación del archivo con el aula como con la identidad docente y escolar. Asimismo, se ha logrado demostrar la necesidad de que cada institución tome en sus manos la gestión y comunicación de su patrimonio documental y desarrollen desde ellas reflexiones vinculadas a políticas de archivo. En este sentido, se ha detectado la necesidad de generar mecanismos que estrechen la relación entre patrimonio y sociedad, ya que existe una cierta desvinculación entre lo conservado y quienes conservan. 

El modelo de intervención puede ser problematizado a la vez que presenta ciertas claves que constituyen elementos básicos para la discusión de una nueva ley de archivos en Chile. A partir de este caso particular se proyectan diversos niveles de análisis de la relación del archivo con los investigadores y la docencia escolar y universitaria, permitiendo por abordar la situación de los archivos en las instituciones públicas desde variables como el acceso, la descentralización del patrimonio de los archivos, la enseñanza de la historia, el papel de los archiveros, entre otras. 

Fuente: Rev. Iberoam. Patrim. Histórico-Educativo, Campinas (SP), v. 2, n. 2, p. 22-36, jan./jun. 2016