martes, 25 de agosto de 2009

Sexo a los 55

Las relaciones sexuales, en esta etapa de la vida, si bien es cierto que son más espaciadas, pueden llegar a tener mucha más calidad que en los años juveniles porque ya existe un acople beneficiado por el tiempo de unión. No sólo conocen bien sus reacciones sino, también las de la pareja.



Por otra parte, el hombre, a estas alturas de la vida, ya no tiene las frecuentes e instantáneas erecciones que se producen en pocos minutos y requiere de tocamientos. Ahora necesita de la colaboración de su compañera pues precisa de más estímulos para producir los mismos efectos que antes, lo que provoca una relación sexual más prolongada, de contactos corporales y de mayores afectividades.



“Yo sé muy bien como llegar al orgasmo y mi compañero ahora necesita mucho más de mi intervención en el acto sexual. Eso me gusta porque logramos una interrelación más íntima. Hemos aprendido a disfrutar las caricias mutuas, y tanto nos gusta que dedicamos mucho tiempo a ese disfrute y hemos descubierto nuevas y muy estimulantes sensaciones eróticas.



Cada vez, nos preocupamos menos por alcanzar el orgasmo; es el placer lo que nos fascina pues sabemos que el orgasmo vendrá y si no, de todas formas ha sido algo muy agradable.” Mujer de 57 años.(3)