domingo, 25 de septiembre de 2011
¿SIEMPRE HAY ESPACIO PARA UN LIBRO MÁS?
"Siempre hay espacio para un libro más". Normalmente, eso es lo que le digo a mi mujer cuando me aparezco con un libro nuevo. Y ella pone cara de circunstancias, como asumiendo que no hay nada que hacer. Soy un caso perdido.
De todas maneras, me pregunto qué cara le habrá puesto Catalina de Braganza a su esposo, el rey Carlos II de Inglaterra, cuando se le apareció en casa en 1660 con este "librito":
Se trata del Atlas Klencke, que le fue obsequiado al rey por un grupo de comerciantes holandeses.
Mide 1 metro 75 centímetros de alto y, una vez abierto, tiene un ancho de casi dos metros.
Como su nombre lo indica, es un atlas universal, compuesto de 37 mapas que abarcan todo el conocimiento geográfico de su época.
Ha sido considerado por siglos (y creo que con justicia) como el libro más grande del mundo, si bien actualmente ha sido superado por creaciones modernas (realizadas nada más que para decir que han superado a éste en tamaño). De todas maneras, no sé si podrán rivalizar con la exquisitez de este libro.
Está al cuidado de la Biblioteca Británica, que lo ha restaurado en 1950 y lo ha exhibido al público el año pasado, por primera vez en la historia de este atlas. Durante el traslado para la restauración, se comprobó que son necesarias unas seis personas para poder cargarlo.
Dicen que el rey estaba más que feliz cuando recibió este regalo hace 351 años. Era un apasionado de los libros y de los mapas, por lo cual incluyó de inmediato este atlas en un Gabinete de Maravillas, lugar donde colocaba sus posesiones más raras y preciadas.
Claro que antes tuvo que llegar a su casa y decirle a su esposa:
"Querida, tengo un librito nuevo..."



