miércoles, 4 de junio de 2014

PIDEN QUE SE APRUEBEN LOS CIGARRILLOS ELECTRONICOS


Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como e-cigarettes, están en auge. Se presentan como la alternativa al tabaco y, por el momento, no hay directrices o regulaciones claras del producto.

Este año las negociaciones internacionales para el control del consumo de tabaco tienen en la agenda este producto en el que las industrias tabacaleras están invirtiendo miles de millones de dólares.

Ahora, una carta abierta firmada por más de 50 investigadores y expertos en salud pública hicieron un llamado a la Organización Mundial de la Salud para que "resista la necesidad de controlar y reprimir los cigarrillos electrónicos".

El grupo de especialistas incluye a científicos que trabajan en la ciencia del tabaco y cómo dejar de fumar, tres de ellos consejeros de las directrices para la reducción de los daños del tabaco del Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia del Cuidado (NICE, por sus siglas en inglés) de Reino Unido.

En el documento, los expertos escriben que "estos productos pueden estar entre las innovaciones más importantes para la salud del siglo XXI, y quizás salvar cientos de millones de vidas".

Pero críticos a los e-cigarettes sostienen que es muy poco lo que se sabe de sus efectos a largo plazo.
"Un informe reciente de la oficina de Salud Pública de Inglaterra sugiere que los cigarrillos electrónicos requieren de 'una regulación apropiada, vigilancia y manejo de riesgos'", explicó Jane Dreaper, periodista de salud de la BBC.

Sin embargo, Dreaper agrega que quienes apoyan el producto sostienen que es un sustituto de bajo riesgo del cigarrillo.

"Si los reguladores le dan a estos producto bajos en nicotina el mismo tratamiento que a los de tabaco tradicionales, los estarán definiendo de forma inapropiada poniéndolos como parte del problema", se lee en la carta de los científicos.


Entre tanto, la OMS informó que todavía están decidiendo qué recomendaciones dar a los gobiernos.
Los organizadores del documento citaron un documento filtrado de la OMS en el que se refiere a los e-cigarettes como una "amenaza que podría resultar en una nueva ola de adicciones al tabaco".

El tratado para el control de tabaco del organismo internacional fue suscrito por 178 países, que representan el 90% de la población mundial.

"La OMS está trabajando en las recomendaciones para los gobiernos sobre las regulaciones y promoción de los e-cigarettes y dispositivos similares", declaró un portavoz de la organización. "Esto será parte de un documento que este año se enviará a los miembros del Convenio del Control del Tabaco de la OMS".

"También estamos trabajando con cuerpos de regulación nacional, así como con expertos en toxicología a fin de entender mejor sobre el posible impacto para la salud de los cigarrillos electrónicos y productos parecidos".


Los cigarrillos electrónicos son unos dispositivos que funcionan con batería y que imitan la experiencia de fumar. Los consumidores inhalan el vapor de un líquido que contiene una concentración de nicotina.

Uno de los firmantes, el profesor Robert West, de la University College London y quien la semana pasada publicó un estudio en el que sugiere que este producto puede ayudar más a la gente a dejar el tabaco que los métodos convencionales, le dijo a la BBC que los e-cigarettes se deberían "regularse como lo que son", según él, como un producto más seguro que el tabaco.

En Estados Unidos, sólo los e-cigarettes comercializados para usos terapéuticos están regulados por la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).

No obstante, la FDA busca promulgar restricciones para los "productos novedosos de tabaco" (e-cigarette, geles de nicotina y algunos productos de tabaco soluble) que, como se lee en su sitio "reducirían la iniciación y aumentarían la cesación", especialmente entre los jóvenes.

La British American Tobacco ya tiene un cigarrillo electrónico en el mercado y está gastando US$270 millones al año para mejorar productos nuevos y más seguros.

Se estima que cada año más de seis millones de fumadores de todo el mundo mueren de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.